jueves, 12 de enero de 2012

UNA GRAN PREGUNTA

Las grandes preguntas, exigen grandes respuestas

Cuantas veces en nuestra vida nos hacen preguntas que quisiéramos no responder, los motivos pueden ser diversos según la pregunta o según la circunstancia de nuestra vida. Pero lo que sí es cierto que tarde o temprano nos harán: Una gran pregunta.

En la escuela el profesor pregunta a uno de sus alumnos:

¡A ver Pedrito cuantos son los continentes!

El niño en tono amenazador responde al profesor diciendo:

Profe, usted parece que tiene un problema de memoria.

¿Por qué me dices eso niño? Pregunta asombrado el maestro.

-Usted tiene problemas de memoria, porque ayer me pregunto lo mismo y le dije que no sabía…

En la vida tendremos que responder muchas preguntas, las cuales a veces se tornan muy difíciles de responder. Y seguro más de una vez acusaremos al que nos cuestiona, diciendo:

Tú tienes problema de memoria, ayer me hiciste la misma pregunta, hace un mes también me la hiciste y también hace un año y ya te he dicho: “no sé cómo responderte”.

En la Biblia encontramos algo similar, un Maestro que según el discípulo tiene “Problemas de memoria” porque le hace la misma pregunta tres veces:



“Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan ¿me amas más que a estos?

Le pregunto por segunda vez: “Simón Pedro, Hijo de Juan ¿me amas?

Insistió Jesús por tercera vez: “Simón Pedro, Hijo de Juan ¿me quieres?” (Juan 21, 15,17)

Ante la misma pregunta Pedro, seguro quedo confundido y al igual que el niño, diría: “El maestro tiene problemas de memoria” la misma pregunta me la está haciendo tres veces.



En nuestro caminar diario, el Maestro tocara las puertas de nuestra vida en diferentes días y momentos solo para preguntarnos: ¿Me amas? Lo hará muchas veces y no es que el Señor tenga problemas de memoria, la única razón porque nos hace la misma pregunta, es porque nosotros somos los que tenemos problemas de memoria, somos nosotros los que olvidamos con facilidad, el sacrificios hecho por Jesucristo, somos nosotros los que olvidamos que él murió en la cruz, dio su vida en la cruz por amor, para salvarnos y darnos vida eterna. Jesucristo entrego su vida en el calvario cancelo la factura, anulo el comprobante de nuestra deuda (Colosenses 2,14), somos nosotros que olvidamos con facilidad que Cristo vino a buscar y salvar lo que estaba perdido (Lc 19,10).

No te extrañes, que Cristo te pregunte una, diez, cien, mil, e infinidad de veces: ¿ME AMAS?, Esta pregunta la hace porque nuestra naturaleza pecadora, con frecuencia nos lleva a olvidar la respuesta correcta.



Oración: Gracias Señor por la pregunta ¿Me amas?, por favor te rogamos que todas las veces que sean necesarias nos hagas la misma pregunta, para que nunca se nos olvide que la respuesta correcta tenemos que realizarla a lo largo de nuestra vida con acciones de: Fe, Esperanza y Amor.

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